Dicen de la hormiga que es el animal más fuerte del Mundo por ser capaz de cargar cincuenta veces su propio peso. Las observo transportando esas piezas enormes y siento admiración por ellas.
Esta hormiga a penas podía moverse en línea recta. Se tambaleaba de un lado a otro y no se rendía. No pude evitar tirarme al suelo para hacer esta instantánea.
Al ver la foto en casa pensé de inmediato en mi Elche. Cuántas zancadillas en esta temporada. Una plantilla incompleta, un Consejo desestabilizador y turbio, empleados sin cobrar, expedientes abiertos y la sombra de sus temidas resoluciones sobrevolando el Martínez Valero.
Pero ahí estaban ellos. Mis jugadores y mi Equipo Técnico. Pequeños, muy pequeños, con un gran peso a sus espaldas: la profesionalidad, el calor de la afición y el saber que "Elche es una cosa muy seria".
Muchos nos dieron por muertos en Diciembre olvidando que, además de muy pequeños, somos tan fuertes como la mejor de las hormigas. Olvidaron que tenemos al mejor de los hombres al mando: Fran Escribá. Gran entrenador y mejor psicólogo haciendo de su vestuario el mejor de los hormigueros. Todo un ídolo para los ilicitanos.
Abran los ojos. Ni Madrid, ni Barcelona. Para hombres fuertes y valientes, los míos.
Grande mi Elche. Siempre serás de Primera.
